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XIVIOSA

La postguerra

Artículo principal: Ocupación de Iraq 2003-2006
Demolición de una estatua de Saddam Hussein
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Demolición de una estatua de Saddam Hussein

Tras la destrucción del estado iraquí, EE.UU. proclamó su victoria. La primera medida de las fuerzas ocupantes fue la disolución del ejército y la policía iraquíes, lo que provocó graves problemas de inseguridad.

A pesar del gran éxito militar de la invasión en sí, como suele pasar con los grandes ejércitos ocupantes, éstos, incapaces de gestionar la victoria, han sufrido gran cantidad de bajas entre muertos y heridos en un continuo goteo a manos de la resistencia iraquí y grupos extranjeros venidos a combatir contra los americanos. Las armas del ejército regular fueron esparcidas tiempo antes entre los resistentes y gran parte de oficiales y militares del antiguo ejército iraquí que sin trabajo ni sueldo se dedican a trabajar como mercenarios para los grupos antiocupación. La mala gestión posterior de la ocupación arroja un saldo, a día de hoy, de más de 2300 muertos estadounidenses, más de 100 británicos y más de 100 muertos de otros países que se sumaron a la ocupación tras la victoria aliada. Todo eso sin contar con los miles de heridos y lisiados de guerra.

El Iraq ocupado se ha convertido en un polo de atracción para musulmanes de todo el mundo que vienen a combatir en la yihad. La pretensión muchas veces enunciada por la Administración Bush, sus acólitos y aliados de terminar con el terrorismo a través de dicha invasión se ha revelado como un sonoro fracaso. No solo no se han reducido las actividades terroristas en el mundo sino que, de hecho, se han incrementando ahora azuzadas por la injusticia con que los árabes ven el apoyo de EEUU y sus aliados a la ocupación de Cisjordania por parte de Israel y la de los propios EEUU a Iraq y Afganistán. Si antes solo existía un foco de tensión a orillas del Jordán ahora existe otro mucho mayor a orillas del Tigris y el Éufrates. El gobierno estadounidense esperaba enjuagar el coste de la invasión con ingentes exportaciones posteriores de crudo iraquí. El resultado, sin embargo, no pudo ser más decepcionante. Los constantes sabotajes de las líneas de suministro así como los ataques a las empresas encargadas de su extracción imposibilitan que se llegue siquiera a los niveles de extracción en que se encontraba bajo el régimen de Sadam Hussein. El resultado de todas estas acciones ha revertido en una mayor inseguridad ciudadana que es víctima tanto del pillaje incontrolado que desborda a una policía iraquí bastante incapaz así como de los ataques tanto de los ejércitos ocupantes como de las fuerzas de la resisténcia.

También el terrorismo islámico ha usado Iraq como argumento principal en sus ataques a Madrid y Londres. Actualmente, todos los países que mantienen tropas en ese país siguen en la lista negra de Al-Qaeda y están bajo amenaza de ataque.MÁS INFORMACIÓN EN :WWW.WIKIPEDIA.ORG

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